La cohabitación en la Cámara

Nueva etapa. Se abre una nueva etapa en la Cámara de Comercio de Jaén tras la victoria de Luis Carlos García sobre la candidatura de Martínez Villén. Pero, ¿Cómo va a ser la cohabitación de dos modelos tan diferentes de entender este organismo? Por un lado, la praxis del vencedor que entiende que la Cámara debe sumarse al carro empresarial de la mano de la CEJ, aquello del “remar todos en la misma dirección”. Lo que significará de hecho ceder parte de su autonomía en pro del ‘bien común’ de las empresas jienenses. Por otra parte,  la defensa a ultranza de la independencia e identidad del organismo.

Leonardo Cruz, el patrón de patronos de Jaén ha presentado ya sus credenciales a la CEA: la institución cameral jienense, definitivamente este año sí, entra en la órbita de la patronal andaluza, una espinita clavada desde hace años en la CEA.

Pero, a partir de ahora ¿qué? Una vez que se constituya el pleno, García es el autorizado por las urnas para formar su equipo de gobierno y ya ha señalado que contará con Cruz para una vicepresidencia. Paradojas de la vida: hace apenas cuatro semanas era Cruz el que llevaba a García al primer puesto de la candidatura auspiciada por la CEJ. Hoy, es García el que tiene que invitar a Cruz a sentarse a su derecha como vicepresidente en el futuro gobierno cameral por medio de la cuota de 4 vocales que la CEJ tiene en este pleno.

Martínez Villén, satisfecho con el resultado, pero descolocado, sólo vislumbra ya un papel de “fiscalizador” de lo que a partir de ahora se vaya a desarrollar en este organismo. Por primera vez en la historia más reciente de la Cámara la composición del pleno va a tener dos bloques y dos visiones tan distintas como ocurre ahora. Ni pasó con Villén en 2006, que sólo tenía dos vocales independientes, ni cuatro años antes con Barea, ni por supuesto cuatro antes con Espinosa.

Al final, la cordura de los elegidos les hará coincidir en una cuestión que, al fin y al cabo, es el objetivo de la Cámara: la defensa de los intereses de las empresas jienenses.

Eso sí, una cosa es segura: la cohabitación de los dos grupos, uno gobernando y otro en la oposición, va a ser buena para que la Cámara se conozca más en el exterior y entre los propios empresarios. Al tiempo.