Autocrítica, ¿para qué?

Estamos acostumbrados a que (casi) todos los partidos políticos hagan lecturas exitosas después de cada cita electoral. Ya se sabe, todos, o casi todos, ganan, y pocos son los admiten una derrota sin paliativos. Pero lo que ha ocurrido con el PP de Jaén tras las últimas Elecciones Andaluzas del pasado 22 de marzo resulta cuando menos kafkiano, y convendría que sus dirigentes se lo hagan mirar. Resulta que el PP ha perdido 48.221 votos en la provincia con relación a los comicios de 2012, y casi 10.000 de ellos en la capital. Y resulta también que el PP solo ha sido el partido más votado en cinco de los 97 municipios de la provincia, sufriendo una derrota clara en municipios donde tiene el poder municipal, como Andújar, Úbeda, Martos o La Carolina. Pues bien, tras esa debacle –creo que no cabe otra calificación- la autocrítica en las filas del PP jiennense ni está si se la espera.

“Somos invencibles en la capital”, proclamó el presidente provincial, José Enrique Fernández de Moya, en la primera comparecencia tras el duro correctivo de las urnas. Claro, De Moya se aferraba al triunfo en la capital como la única válvula de escape, aunque, por supuesto, nada dijo de los 17 puntos y 10.000 votos perdidos en la capital.

Una de dos: o Fernández de Moya cree que es tan sencillo disfrazar la realidad, por adversa que sea, o es que, por el contrario, ha renunciado a ser presidente provincial del PP y solo le importa la capital. De no ser así no se explica que nadie asuma responsabilidad alguna en los pobres resultados en la provincia, y que ningún cargo local del PP le recuerde a Fernández de Moya que él es el máximo responsable del partido en la provincia.

Vale también que  en las filas del PSOE no están para echar demasiados cohetes. Es cierto que siguen siendo hegemónicos en el mapa político de la provincia y que han frenado mejor que en otras provincias los embates de fuerzas emergentes como Podemos o Ciudadanos. Pero bien harían en no consolarse en las desgracias ajenas. El PSOE domina el medio rural y hata las ciudades medias, pero sigue teniendo su talón de Aquiles en la capital, donde, con la extrapolación de los resultados del 22-M a las Municipales, el partido bajaría de 10 a 8 ediles su representación en la Corporación municipal. Pero de la batalla de las Municipales (sin duda con rasgos diferentes a unas autonómicas) hablaremos otro día.