2014 buenos deseos

Seguramente no seré nada original si mando el año 2013 a tomar viento. El año que nos ha dejado no ha hecho más que amplificar la virulencia de una crisis que parece que no tiene fin, por muchos brotes verdes que nos quieran hacer ver. Una crisis no sólo económica, sino que también se está llevando por delante muchas conquistas sociales logradas con el esfuerzo de muchos años y evaporadas ahora casi de la noche a la mañana.

En todo caso, mejor será pasar página y encomendarse al año 2014 con toda la esperanza y confiar en que al menos pueda verse la luz al final del túnel. Y, como estamos en Jaén, nada mejor que iniciar la lista de buenos deseos con la mejor de las suertes a los más de 67.000 parados de la provincia, en especial a las mujeres y a los más jóvenes. Jaén tiene una tasa de paro insoportable (por encima del 40%), una tasa que se hace irrespirable entre los más jóvenes (en torno al 75%). Mientras no seamos capaces de reducir esas listas la provincia estará condenada al mayor de los ostracismos y a las nuevas generaciones no les quedará otra salida que abandonar su tierra como ya hicieron muchos de sus padres allá por la década de los años 70. La diferencia, claro está, es que entonces emigraba la mano de obra no cualificada, y ahora son nuestros jóvenes más formados los que se llevan su saber a otros países.

Buenos deseos también para el sector olivarero, que arranca el año con las perspectivas de una excelente cosecha pero con la amenaza de la espada de Damocles de una nueva Política Agraria Común (PAC) donde se juega buena parte de la viabilidad de las explotaciones, sobre todo las de secano. La nueva PAC ha llegado sin los deberes hechos, y ahí sigue el eterno problema de la atomización de un sector que sigue produciendo cada vez un aceite de mejor calidad pero con unos precios cada vez ruinosos.

El deseo igualmente de que 2014 sea el año en que vuelvan a verse las máquinas en las principales obras públicas de esta provincia. Son ya demasiados años los que se llevan mareando la perdiz en la A-32, sin duda el mayor fiasco del Estado en la provincia. No solo no hay autovía (y en muchos tramos ya no la habrá) sino que los agricultores han perdido 40.000 olivos que le fueron expropiados y, encima, han dejado una carretera nacional convertida en un camino de cabras. Indignante. La misma agilidad hay que pedirle a la Junta de Andalucía con la Autovía del Olivar, en el eje entre Jaén y Úbeda. Y del ferrocarril no sé si pedirle a los Reyes Magos que al menos no se lleve el tren de la bruja de nuestras ferias, porque lo que es el AVE (o algo que se le parezca) no sé si alguna vez llegará a esta tierra.

2014 buenos deseos también para que se mantengan las políticas sociales que tantos años costaron. Políticas como la Ley de la Dependencia, en el punto de la mira del Gobierno de la nación con el Ayuntamiento de Jaén como banco de pruebas para aniquilar todo lo de positivo para las personas más desfavorecidas. Por cierto, no solo la Dependencia nos ha situado en primera plana a nivel nacional (por lo negativo), también el tranvía de la capital aguarda una respuesta con altura de miras de nuestros gobernantes. Quizá es que eso sea mucho pedir. Lo dicho, mis mejores deseos para el nuevo año.