Un pacto por Jaén, ya

Con los 1.873 nuevos desempleados del mes de marzo, Jaén fue la provincia española donde más creció el paro en el último año, un 15,37%. Ya son 74.288 parados los registrados en la provincia, una cifra que, sin duda, debe hacer saltar todas las alarmas y sonrojar a la clase política.

Es cierto las organizaciones sindicales y empresariales, que también tienen responsabilidad en estas cifras mareantes, ya han dicho que estamos en una situación de emergencia social. Algunos incluso hablan de que la provincia está al borde del suicidio social. Pero es evidente que hacen falta más que palabras.

Y es que, en medio de esta dramática realidad, llama la atención el rifirrafe permanente en el que están instalados los partidos políticos, en especial los dos mayoritarios, PSOE y PP, incapaces de llegar a acuerdos sobre los principales males de la provincia, como quedó de manifiesto en la última reunión mantenida entre los dos líderes provinciales, el socialista Francisco Reyes y el popular José Enrique Fernández de Moya. Y esperpéntico resulta el discurso del diputado nacional del PP Gabino Puche que cuando bajó el paro, como ocurrió en diciembre por la campaña de la aceituna, lo atribuía a las medidas del Gobierno del PP y cuando sube, como en marzo, lo achaca “a los 30 años de gobiernos socialistas en Andalucía y en la Diputación de Jaén”.

Ahora más que nunca, más pronto que tarde, urge un pacto político y social por la provincia de Jaén. A los políticos hay que demandarles menos activismo partidario y más defensa del interés general y ciudadano. Mientras el principal objetivo de cada partido sea salvar la cara de sus gobernantes de turno (llámese PP con el Gobierno de la nación, o PSOE e IU con la Junta de Andalucía) esta provincia seguirá anclada en el vagón de cola.

Y hace falta también altura de miras de nuestros políticos para que las medidas a emprender vayan más allá de la visión cortoplacista a la que nos tienen acostumbrados. Eso, y un tono reivindicativo permanente sea cual sea el destinatario de sus mensajes (Madrid o Sevilla).

La peor campaña de aceituna en dos décadas ha destapado aún más las carencias endémicas de esta provincia. Pero eso, más que una rémora, debe ser el argumento que una a todos, a políticos, empresarios, sindicatos y colectivos sociales con un mismo objetivo: Jaén. Y no estaría mal, por tanto, recuperar la Mesa por el Desarrollo de la Provincia que unió a todos (obispo incluido) allá por la década de los noventa.

De no tomarse pronto medidas las cifras del paro seguirán engordando sin remedio alguno. O, como ha hecho la Universidad de Jaén, enseñando a los jóvenes a buscarse la vida en Alemania. Por favor.